Cuento del zar Saltan
Cuento del zar Saltan, es un cuento de hadas escrito en verso en 1831 por Alexander Pushkin. Como cuento folclórico está clasificado según la clasificación de Aarne–Thompson como cuento tipo 707 por sus aguas danzantes, la manzana cantarina y el ave que habla. es una ópera en cuatro actos con un prólogo, siete escenas, con música de Nikolái Rimski-Kórsakov y libreto en ruso de Vladímir Belski, basado en el poema homónimo de Aleksandr Pushkin. Compuso la ópera en 1899–1900 para coincidir con el centenario de Pushkin y fue estrenada en Moscú el año 3 de noviembre (el 21 de octubre) de 1900 en el Teatro Solodóvnikov. El título completo de la ópera y del poema es El cuento del zar Saltán, de su hijo, el célebre y poderoso bogatyr príncipe Gvidón Saltánovich, y de la bella Princesa-Cisne.
Esta ópera se representa poco; en las estadísticas de Operabase aparece la n.º 192 de las óperas representadas en 2005-2010, siendo la 15.ª en Rusia y la tercera de Rimski-Kórsakov, con 15 representaciones en el período.
La historia trata sobre tres hermanas. La más joven es elegida por el zar Saltan (Saltán) para ser su esposa. El zar ordena a las otras dos hermanas que sean su cocinera real y tejedora real. Ellas se ponen celosas de su hermana menor. Cuando el zar se va a la guerra, la tsaritsa da a luz a un hijo, el príncipe Gvidon (Gvidón). Las hermanas mayores hacen arreglos para que la tsaritsa y el niño sean sellados en un barril y arrojados al mar.
El mar se apiada de ellos y los arroja a la orilla de una isla remota, Buyan. El hijo, que ha crecido rápidamente mientras estaba en el barril, sale a cazar. Termina salvando un cisne encantado de un milano.
El cisne crea una ciudad para que el príncipe Gvidon gobierne, pero siente nostalgia, por lo que el cisne lo convierte en un mosquito para ayudarlo. De esta forma, visita la corte del zar Saltan, donde pica a su tía en el ojo y escapa. De vuelta en su reino, el cisne le da a Gvidon una ardilla mágica. Pero sigue suspirando por su hogar, por lo que el cisne lo transforma de nuevo, esta vez en una mosca. De esta forma, el príncipe Gvidon visita la corte de Saltan nuevamente y le pica a su tía mayor en el ojo. La tercera vez, el Príncipe se transforma en abejorro y le pica la nariz a su abuela.
Al final, el Príncipe expresa su deseo de tener una novia en lugar de su antiguo hogar, momento en el que se revela que el cisne es una hermosa princesa, con quien se casa. Finalmente recibe la visita del zar, quien se alegra de encontrar a su hijo y nuera recién casados.