Masaje Gestáltico
El masaje es probablemente la herramienta terapéutica más antigua que el ser humano utilizó para proporcionar/se un recurso natural contra el dolor. Su evolución y uso ha sido parejo al de la sociedad, hasta convertirse en la técnica de «tacto estructurado» que hoy conocemos.
El masaje Gestalt o Masaje Gestáltico es una forma de trabajo corporal con raíz en la Terapia Gestalt desarrollada en el Instituto Esalén en la década de los 60. Su síntesis se desarrolla a través de sus trabajos con Magda Proscauer en respiración, Murria Todris en masaje sueco, Molly Day y Bernard Gunter en desarrollo sensorial y toque sensitivo, así como Friz Perls, Bloomberg, Miller y Simkins en Gestalt.
Se caracteriza por una combinación de movimientos cortos englobados en movimientos largos, fluidos e integradores que envuelven todo el cuerpo.
Aunque la relajación es uno de los efectos del masaje, el objetivo principal del masaje gestáltico es el incremento de la conciencia corporal a través del contacto consciente, respiración y presencia. Debido a esta forma de trabajo se pueden dar situaciones emocionales como angustia, alegría, tristeza, llantos que necesitarán de un profesional con formación en terapia gestalt para sostener y acompañar a la persona.
Este masaje está especialmente indicado en periodos difíciles de ruptura o duelo, para luchar contra el estrés, la fatiga, diversas somatizaciones o estados depresivos, es muy recomendable para personas que vivan mal con sus cuerpos, entre otros. Este masaje al igual que la gestalt es una terapia integrativa, lo que lo hace dinámico y abierto a múltiples variaciones, incorporando técnicas de otras terapias. Este carácter dinámico e integrativo es fundamental, evitando así caer en la rigidez infértil
Ayuda también a quienes sufrieron de falta de contacto y afecto maternal (consciente o no), reduciendo las secuelas de esta falta emocional. Es una herramienta preciosa para los profesionales de la salud y grupos de ayuda (Terapeutas corporales, Psicólogos, Psicoterapeutas, etc.). Es un probado y eficaz ayudante en psicoterapia, sexología, recuperación neurológica y en todos aquellos procesos en los que el contacto y la conciencia corporal sean importantes.